domingo, 15 de mayo de 2011

Arrasa con lo que veas y generoso no seas.

16 de Mayo. Cuántos planes había para este 16 de mayo.

Un amigo me recomendó que intentara tener siempre la conciencia tranquila, que hablara con quien tuviera que hablar, y que siempre dijera lo que quisiera decir. Y más aun cuando vas a enfrentarte a algo así. Esto no quiere decir que tengas que ir a confesarte a cada amigo o familiar, simplemente que seas siempre coherente contigo mismo, sin hacer daño a nadie. Y es lo que intento. Intento no guardarme nada dentro de lo que luego pueda arrepentirme. Intento mostrar mis sentimientos tal y como vienen, ya sean alegres o tristes y pretendo que la gente haga lo mismo conmigo.

Cuando llevas tanto tiempo temiendo y deseando algo al mismo tiempo, en parte dejas de sentir, ya sea para bien o para mal. No sientes alegría con una buena notícia, ni sientes pavor cuando pinta negro. Sólo deseas que lo que tenga que suceder ocurra lo más rápido posible y, sobre todo, que todo tu mundo esté en paz. 

Tengas que enfrentarte a un trasplante o a un examen de la carrera, ten siempre la seguridad de estar haciendo lo correcto, de estar dando todo de ti, porque si dudas de no ser capaz o no estás seguro, fracasarás. Respétate a ti mismo y sé sincero. Márcate metas y no pierdas todas las fuerzas hablando de ellas. No menosprecies tu vida, pero no la consideres mejor que la de otro. Simplemente vívela lo mejor que puedas y no dejes nada para mañana. ¡Quiérelo todo!