miércoles, 3 de julio de 2013

No lloras por ser débil, sino porque llevas mucho tiempo siendo demasiado fuerte.

Miedo. Me cuesta decir esa palabra, reconocerla como mía, aceptarla dentro de mí. Pero, cuanto antes la asimile y la haga mía, antes podré cambiarla por otra muy distinta que le hará una grandísima competencia. Valor.

Hoy no voy a hablar en general. No voy a decir que tengáis valor para enfrentaros a vuestros miedos. Sintiéndolo mucho voy a ser egoísta (palabra por cierto asociada siempre a un significado negativo y no tiene por qué, ya que cuando ayudamos a alguien terminamos sintiéndonos mejor y eso nos gusta por lo tanto dentro de ese contexto somos egoístas). Hoy necesito todo mi valor, mis consejos y mis palabras para mí. Porque la cosa se complica de una forma que nunca imaginé. Porque por esa dichosa puerta de color gris oscuro sólo entran malas noticias...y necesito que entre aire fresco. Aire nuevo que sane mis pulmones y les devuelva la vida que están perdiendo tan rápido. Oportunidades que me den fuerzas, necesito dos nuevas alas para seguir volando.

Hoy al verte se me fue el alma a los pies, Pedro. Porque me entiendes mejor que nadie, porque eres parte de mí y quiero decírtelo sin esconderme detrás de frases sin destinatario directo en redes sociales. Lloramos juntos porque sabemos que esto es una locura que parece no acabar nunca. Y queremos que acabe. Necesitaba (con permiso de Jorge Bucay hoy usaré mucho ese verbo tan mal usado a menudo) ese abrazo, esas lágrimas. Quería ese abrazo de ti, mi hermano, mi compañero. Sólo tú sabes de verdad lo que es no sentir oxígeno en tus pulmones, notar cómo se te va la vida y el pánico a perderlo todo.

Hoy he visto llorar a dos de las personas más importantes de mi vida. Llorar por mí, por ellos, por el cansancio, por la lucha y por el dolor. Y no sabéis lo horrible que es ver sufrir a los que tanto te quieren. Algo se deshace dentro de ti, te golpea, sin avisar. Se rompe y sale todo como un torrente de tristeza y sensación de injusticia. Los abrazo e intento trasmitirles parte de mi fuerza. Decirles que no tengan miedo, que lucharás hasta la saciedad y harás lo necesario para aferrarte a la vida. Porque sólo ver el sol por las  mañanas ya merece la pena, porque quieres respirar hasta romper el aire y sobretodo quieres que ellos lo vean y sean felices contigo.

Hoy mis palabras, mis mejores deseos, mis ánimos, mis sonrisas, mis fuerzas...me las dedico todas a mí. Egoísta que quiere vivirlo todo.

1 comentario:

  1. Hacia muchísimo tiempo que no entraba a leer tus pensamientos.Y me he quedado sin palabras. Ojalá yo con tu fuerza...
    Ánimo preciosa! No re rindas, sigue luchando, y de vez en cuando permitete ese lujazo de ser egoísta, por nosotros mismos, porque te lo mereces.

    ResponderEliminar